Dirigirá escénicamente el “Don Giovanni” de Mozart, bajo una forma innovadora y sensual, destacando el viaje interior del personaje principal.
Mauricio es egresado del Centro Universitario de Teatro de la UNAM . Fundador y director artístico de la compañía de creación teatral “Teatro del Farfullero”. Como director, ha realizado más de 30 puestas en escena, destacando su trabajo sobre la dramaturgia contemporánea mexicana y extranjera. A su vez, ha recibido diversos reconocimientos por su destacada carrera teatral, tanto en México, como el extranjero.
¿Cómo surge para tí este gran proyecto?… “A iniciativa del propio Festival; se buscó un director de teatro para esta gran ópera, -que será el evento inaugural de esta edición del Festival-, como una alternativa al montaje operístico y lograr algo más teatral. Me preguntaron cómo la haría yo y de primera instancia no pude decir nada, estaba demasiado emocionado con la simple posibilidad (risas).
Además de ser esto un regalo de la vida, esta oportunidad llena mis propios intereses, ya que yo soy músico antes que teatrista, estudié piano en el conservatorio y mi gran pasión en la vida ha sido la música. Pienso que de todas las óperas, ésta es de las más provocativas, más divertidas, más transgresivas, más modernas a pesar de sus poco más de 200 años”.
¿Cómo juegas con los escenarios, los espacios…? “Parto de una convención bastante simple, en donde todo el universo que pide la acción de Don Giovanni, lo transfiero hacia un universo más simbólico que realista, es decir: la obra sucede en Sevilla a mediados del Siglo XVII, y no me peleo con esta contextualización, pero particularmente no me interesa mostrarla, me parece que Don Juan es una potencia arquetípica y puede estar casi en cualquier sitio. Es más importante que las personas reconozcan ¿qué sucede? que el ¿dónde sucede?…
Comenzando con un espacio vacío en donde se encuentra una gran cama, ya que si algo hace Don Juan es mantener relaciones con muchas mujeres, siendo ésta su fuerza básica, su erotismo, su gran sexualidad…y hay que ver esto de manera frontal, sin miedo, con lo divertido y hermoso que tiene. Transformándose el espacio hasta convertirse en un gran laberinto, donde se sugieren los lugares marcados en la obra pero sobre todo, el viaje interior del personaje”.
Tu gran debut como director de Opera… “Estoy fascinado al estar inmerso en este proyecto, siempre he sido muy aficionado a la Opera como tal. Pienso en ella como un espacio de confluencia entre la escena y la música, y cuando se logra de manera armónica y equilibrada, se convierte en un arte muy mayor.
Al conquistar un equilibrio, los alcances son altísimos; ya que tanto la historia, como la música están bien implicados la una con la otra. Suceden muchas cosas, mucha acción, los personajes son complejos, no se sabe lo que puede pasar, y al mismo tiempo es durísima. En la música y en el drama esos contrastes de fuerzas opuestas está muy clara, es muy interesante para trabajarlo. Lo que me provoca Mozart es travesura, es riesgo, es sorpresa, es trasgresión.. y se debe tomar este espíritu y no inventar nada nuevo”.
*Publicado en el suplemento del Festival de México en el Centro Histórico en la revista Newsweek en español. Marzo 2009
Diapasón de Palabras 